¿Lo has pensado?

 
 

¿Has vivido el miedo, ese temor que circula entre tus venas y te impide salir de la cama? ¿Has sentido flojera, esa pereza cuya única súplica es no dejar la cama? ¿Has padecido una depresión y ese sinsentido de la vida es incapaz de entregarte una razón válida para levantarte de la cama? ¿Has deseado meterte a la cama con alguien desconocido? ¿Has experimentado tanto placer y agotamiento con una persona que reduces tu campo de actividad a la cama? ¿Has trasnochado con la lectura de un buen libro, a solas, en tu cama? ¿Te has recuperado de alguna enfermedad después de pasar días enteros en tu cama? ¿Has pensado que la mejor inversión que hiciste en tu vida fue comprar tu cama? ¿De verdad, lo has pensado?

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Esto no es una cama