Té madrugada 201
Hay madrugadas que son un infierno. Crecen el insomnio y la angustia como una enredadera en mi cuarto. El agotamiento no me permite huir a través del sueño ni salir de la cama. Estoy inmóvil mientras una asfixia lenta, verde, húmeda me atrapa entre sus ramas.