Té madrugada 91

 
 
 

Los colibríes beben un té dulce y colorido que cuelga en el balcón de mi casa. Entre ellos hay un drama de territorialidad y belleza que me ocupa tardes enteras. Los observo mientras bebo una infusión de flores. Aleteos, peleas, silbidos y colores tejen una novela que todavía no alcanzo a descifrar. 

Anterior
Anterior

Té madrugada 90

Siguiente
Siguiente

Té madrugada 92