Té madrugada 78

 
 
 

De niña quería ser bruja. Tener una cocina llena con frascos de vidrio, cada uno con una hierba y su secreto. Quería saber las cualidades curativas de las hojas, el tiempo exacto del hervor, las cantidades y la frecuencia de uso para influir en los estados de ánimo y en la salud de quienes bebieran la infusión. Hoy me veo con los mismos artículos, pero del otro lado: como la consultante que elige un té y lo bebe para saber de sí misma en cada sorbo.

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