Ella, tan amada, de Melania G. Mazzucco

 
 

¿Cómo conocer a alguien que ha sido referido por los personajes más icónicos de su tiempo, pero de quien se sabe poco?

Aprendo a ser mujer con las mujeres, con las que comparto tiempo y espacio, con las que nos dejan su legado como hermanas mayores. Este libro que es novela, biografía y reflexión sobre la escritura, es embajador de una libertad y conocimiento que me entusiasma muchísimo. Mientras lo leo, crece en mí una profunda admiración hacia  la autora y la personaja. Qué bárbaras las dos. Qué intensidad, qué compromiso con sus vidas, qué maneras de abrirnos camino. ¿Cómo conocer a alguien que ha sido referido por los personajes más icónicos de su tiempo, pero de quien se sabe poco? Esa es la pregunta que para hablar de Annemarie Schwarzenbach (Suiza, 1908-1942) se responde la novelista y guionista italiana Melania Mezzuco (Roma, 1966).    

Annemarie Schwarzenbach, vista el día de hoy, parece una modelo de una gran firma de ropa europea. Andrógina, hermosa y hermoso al mismo tiempo, con una audacia que se refleja en las imágenes que encontramos en la red. Filósofa, arqueóloga, fotógrafa, periodista, diplomática; también es poliamorosa, adicta a la morfina, colmada de enorme soledad y talento. Con ese cargamento atraviesa los años de la guerra mundial y viaja por todo el mundo en busca de algo que ella misma no puede asir. 

El escritor Thomas Mann, la poeta Carson McCullers, la fotógrafa Marianne Breslauer, entre otros, hablan de ella y de su enorme influjo de tal manera que pica la curiosidad de la autora que emprende un enorme viaje. Mezzuco, una intelectual  fina y seria como pocas, aprende la lengua original de la biografiada para leer sus cuadernos y las notas de su obra que pasó casi desapercibida en su momento. Se anima a revisar más de 10 mil fotos, así como los documentos donde queda huella de su paso por este mundo, ya sea en voz propia o de otros.   

El proceso de escritura de Melania es tan profundo que primero escribe una biografía perfectamente documentada para corroborar que tiene sujetos todos los elementos comprobables.

 Después, la deshecha para dar rienda suelta a la escritura de una novela rica en escenas de las que casi somos testigos y otras donde se escucha la voz de la autora repensando qué y cómo escribir.  

La muerte de Annemarie Schwarzenbach es tan tonta, a causa de un accidente de bicicleta, que la novela empieza ahí, en un fabuloso primer capítulo, casi al final de su vida, donde nos enteramos qué estaban haciendo los personajes más importantes en su vida al momento del incidente: la madre, el marido y el mejor amigo. Rico en contexto histórico y recursos narrativos, personaje principal, voz narrativa y escritora me dejaron sorprendida: mujeres fuera de serie en su época y en todos los tiempos. Un libro extraordinario que da cuenta de dos hermanas mayores que con 100 años de distancia son vigentes, ejemplares, y nos dejan un legado hecho palabras del que podemos aprender más sobre la historia y nosotras.

Edmée Pardo

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