36. Leer El brasier

 
 

Leer El brasier

Tantísimo ruido alrededor del cáncer: historias personales, dolor, triunfos, economías despedazadas, revelaciones, solidaridad, avances médicos, farmacéuticas diabólicas, fundaciones, imágenes de sufrientes, procesos dificilérrimos, premios nobel, métodos alternativos, tragedias subastas para recaudar fondos, milagros, películas, sobrevivientes, estadísticas, testimonios, libros… sobre todo en este mes de octubre. ¿Por qué se habla tanto del cáncer, por qué es una enfermedad tan protagónica cuando las hay peores, mejores, más caras, incluso prevenibles? ¿Qué tiene tan notable este crecimiento anormal de células con su código de inmortalidad?

He publicado cinco libros para mayores de ocho años sobre el cáncer, estoy tratando de hacer literario el texto que escribí en la agonía de mi madre después de 11 años con cáncer (no sé si lo logre), escribo este texto a las 6 de la mañana, en unas horas iré al senado a celebrar con Eufrosina Cruz, la política mixteca que admiro, los 10 años de El brasier de mamá ahora traducido al mixteco. Yo tampoco dejo de rondar el tema, como parte de un llamado, como parte de una causa, como parte de un remolino social que no para y menos en estos días rosas.

El primer libro que escribí sobre cáncer para niños fue en 2007, se llama Enfermedad se escribe con C. Lo hice pensando en mis sobrinos, ambos menores de 10 años, con un papá enfermo (mi hermano) y en su dificultad de esos días. Necesitaban de una historia que los acompañara, que los sostuviera y les explicara. Como no lo encontré, lo escribí. Desde entonces es lectura recomendada en las primarias y tiene casi 17 años en el mercado. Después, como parte de la colección Leer para Sanar, que nació de la revelación que tuve con Enfermedad se escribe con C, escribí Los luchadores. Un texto ilustrado, muy breve, que habla sobre leucemia (el cáncer infantil más predominante) y luego vino El brasier de mamá. Un libro que no nació de mi visión, sino de una amiga sobreviviente de cáncer de mama, Rina Gitler, directora de fundación alma, que deseaba que sus hijas tuvieran un libro con herramientas de autoexploración. Me pidió un libro, escribí tres: El brasier de mamá, Las tres reglas que cambiaron todo, Ese monstruo tiene mi cara. Y ese primer libro, El brasier de mamá, con ilustraciones de Edgar Clement, se ha convertido en alas, cohete, estrellas, lenguas, obras de teatro, video, audiolibro, en parte por el libro, en gran parte por el motor de Rina que lo hace llegar a todos lados. Es libro pionero en el mundo al dirigirse a niñas y el caballo de batalla de fundación alma. Se han impreso más de un millón de ejemplares que se han entregado mano a mano, se ha traducido al inglés, catalán, vasco, náhuatl, mixteco y se adaptó al español ibérico. He viajado, literalmente, por todo México e impartido más de 200 conferencias, charlas y firmas de libros.

El cáncer de mama no es prevenible, y el día de hoy no tiene que costarle la vida a nadie si se detecta y se trata a tiempo. Sin embargo, es la enfermedad más frecuente y la primera causa de muerte en mujeres en México. Y quizá por eso hay que seguir leyendo y escribiendo sobre senos, brasieres, y promoviendo la cultura del autocuidado. Para quien quiera leer con los oídos El brasier de mamá aquí va la liga

https://www.youtube.com/watch?v=Vu7cFR6MbUE

Edmée Pardo para Opinión51

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