81. Leer la cerámica
Leer la cerámica
La Escuela Nacional de Cerámica, Tapalpa, Jalisco, es un centro multicultural dedicado a la educación, investigación y proyecto social de la cerámica en México. En la parte social, donan hornos y dan cursos en comunidades profesionalizando la labor de los alfareros; también rescatan técnicas perdidas y generan procesos con nuevas tecnologías que revalorizan la cerámica como una de las expresiones culturales y económicas más importantes de nuestro país. En la parte educativa, ofrecen grados académicos que van desde la licenciatura hasta el doctorado, tomando en cuenta la cerámica en la ciencia y en la industria, además de la parte cultural y artística, en estrecho contacto con la Universidad de Cerámica de Jingdezhen, China. Trabajan con el museo de china para cerámica en Nueva York, son miembro activo de la Academia Internacional de Cerámica, ofrecen cátedras en honor a Bernard Leach (ceramista británico) y Shoji Hamada (ceramista japonés). Pero lo más importante es que tienen una biblioteca donde leer la cerámica.
Leer la cerámica y organizar la biblioteca donde se lee la cerámica es resultado de un trabajo minucioso, inteligente y creativo a cargo de Javier Michell, profesional de las bibliotecas especializadas, quien pensó el acervo y la catalogación en función de los ceramistas. En ese sentido, la clasificación Dewey, basada en el bibliotecario Melvil Dewye (1851-1931), que se utiliza para organizar las bibliotecas, resultó insuficiente para la recuperación al cruzar una cantidad avasalladora de cuestiones que no necesariamente están relacionados con el tema. Hubo que crear un nuevo sistema basado en el pensamiento y necesidades del ceramista, definir su campo semántico, el proceso en que necesita un libro y al lado de qué otro puede encontrarse. De este modo, un especialista en el mundo de la cerámica, cualquiera que sea su ramo, puede encontrar físicamente los libros que están relacionados con su labor debido al orden y categorías creadas específicamente para ello.
El objetivo de la biblioteca es buscar y conseguir todo lo que está escrito en español sobre la cerámica y publicado en forma de libro impreso, desde lo antropológico y arqueológico, hasta lo artístico contemporáneo para tener acceso tanto a diseños como a procesos y todo el material no identificado y que, sin embargo, existe. La hemeroteca física consta de 3,200 materiales distintos, la mayoría revistas y semanarios especializados del mundo donados por Antonio Vivas, quien fuera el fundador y director de la revista Cerámica, la publicación más importante y vigente sobre el tema en español de los últimos 40 años. Hay revistas de todo el mundo, China, Japón, Australia y Sudáfrica, entre otros, que fueron obtenidas a través de canje y que están buscando digitalizarse a modo de respaldo, pero nunca como suplantación de ese acervo. En el patrimonio bibliográfico se cuentan con alrededor de cinco mil volúmenes impresos.
Así, al leer la cerámica, escuchamos como la tierra se hace forma y luego palabra. Cada libro, cada revista, resguarda el color de la tierra, las manos que moldean, el fuego de los hornos y la tradición que abre caminos. La biblioteca es un espejo de barro, un acervo donde la arcilla se narra a sí misma entre hojas de papel.
Edmée Pardo para Opinión51