Cama perfecta
Existe una cama en la que no hay días ni noches, por lo que no se registran horas extras ni déficit de sueño o sexo. Tampoco varía en temperatura: similar a la que mantiene la bolsa de un marsupial. Una cama ajena a toda materia onírica, preocupación, dolor muscular o desvarío. Confeccionada con los mejores materiales, única en su género, perfecta. Habemos quienes la buscamos cada noche, ninguno la ha hallado. No perdemos la esperanza.