Mi sobrino
Tengo un sobrino que toma clases de flauta. Parece que le interesa mucho porque pasa gran parte de la tarde acostado en su cama, descubriendo el instrumento. Presiona con un dedo aquí, con otro allá, da un soplido y escucha atento lo que emitió. A veces descansa los pulmones y permanece en esa misma posición, ensoñando, creciendo. Yo sé que no es tanto la flauta la que lo anima, es el lugar donde practica.