Té madrugada 211

 
 
 

Cuando creo que la época más fuerte del insomnio ya pasó, cuando siento que las noches empiezan a ser de una sola pieza y que las atravieso con los ojos cerrados, vuelve una racha de horas lentas sin dormir, en las que amanezco con el cansancio que se suma a la noche anterior y a las de antes. Ponerme de pie es un esfuerzo enorme pero inaplazable y así empiezo el día, los días, en busca de un té para consolarme.

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