Té madrugada 210

 
 
 

A veces me pierdo la madrugada. La noche se desliza entre un abrir y cerrar de ojos y despierto sin haber atisbado sus misterios. Me desconcierta la luz de la mañana, saber que atravesé el mar negro sin conciencia. Luego me sonrío: está bien. Dormir de corrido es algo tan inusual para mí como para otros ver el amanecer.

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