Té madrugada 139
El día en que el papá de una amiga decidió no ponerse el aparato auditivo ni los dientes, ella supo que él daba por terminada su lucha contra la enfermedad y su estancia en este mundo. El señor reunió a sus hijos, les sonrío desde el lugar ausente en el que ya vivía y en su cama descansó. Con esa despedida empezaron los insomnios para mi amiga.