Té madrugada 135
El mundo del té se multiplica y se expande como una mancha líquida y castaña en un mantel blanco. Su variedad forma una geografía de montañas, ríos y sembradíos de hojas que se secan al sol. Está ahí la multiplicidad de rostros, idiomas y razas que sudan al cortar las plantas, que trabajan horas larguísimas en el campo por un sueldo miserable. Aparece todo ordenado, en empaques lindos y tazas humeantes, aunque a veces unas gotas caen en el mantel y vemos los manchones de su historia.