Té madrugada 134

 
 
 

Me reuní con mi papá a media tarde, un poco antes de que yo entrara a clase. Él tomó vino y yo té. Cuando admiraba el color de su bebida, la manera como escurría en su copa, el gesto que hizo cuando llenó su olfato de uvas rojas, me di cuenta de que él miraba el modo en que yo vertía la bebida, la forma en que sostenía la taza con las manos, el vapor que emanaba. Me dieron ganas de probar su vino y a él, de oler las hierbas que danzaban en la jarra de vidrio.

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