Té madrugada 99

 
 
 

Dormir sana, dicen los médicos. El cuerpo dedica sus funciones únicamente a restaurarse y el proceso curativo aumenta. La contradicción es que en los hospitales, que son sitios para sanar, no se puede dormir. Las enfermeras hacen sus diligencias justo en el momento en que el sueño empieza y cuando otra vez el cuerpo vence a la vigilia llega el cambio de turno que avisa otro día. No hay peores madrugadas que las de los hospitales; sin embargo, para muchos, son las que permiten que haya un mañana.

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