Té madrugada 72
Mañana veremos nacer la luz, leo que dice una profecía. Lo releo ahora, frente al mar que aparece pleno de azul y sol. Un pájaro trina un llamado irrepetible sobre el verde de las palmeras que amarillea con el dorado que las baña. Las voces de quienes habitan la casa empiezan a subir el tono y se escucha el rumor de las actividades diarias. La vida empieza, la vida continúa. Que todos los días veamos nacer la luz. Amén.