Té madrugada 164
Una batalla ardiente recorre mi cuerpo y en silencio lo quema por dentro. Me despiertan el sudor y la fiebre. Todo es vértigo en la noche oscura de los virus y las bacterias, de las alucinaciones y los miedos. Hay más negro cuando abro los ojos que cuando los cierro. Negra es la noche en las horas de enfermedad. Más negra, la madrugada sin esperanza ni alivio.