24. Leer como escritores o Escribir como lectores

 
 

Desde hace unos años participo en un programa de lectura que se llama Escribir como lectores con el método que diseñó Estela D´Angelo de la Asociación Española de Lectura y Escritura (AELE) y que se lleva a cabo, gracias a un montón de alianzas, en varios países del mundo.  Uno de sus pilares sostiene que la cultura escrita se practica con dos verbos: leer y escribir.  No es que se lea para después escribir, no son prácticas consecutivas sino paralelas. Leer nos lleva a escribir y escribir nos lleva a leer.

El programa beneficia a escuelas y asociaciones cuyos maestros están dispuestos a ampliar los recursos oficiales, a capacitarse en horas extras y a llevar a cabo esta metodología en búsqueda únicamente del beneficio de sus alumnos. Se trata de una lectura de picoteo (en el orden que sea) en la que se descubren pequeñas pistas que permiten a los lectores producir su propia obra.  Por ejemplo, con solo el título del libro los alumnos pueden intuir de qué tratará, se animan a hacer una hipótesis y después, en otro picoteo, confirmarán o negarán su primera suposición. En otro momento, se abre el libro en alguna otra página donde, por ejemplo, el personaje recolecta renacuajos de un lago y los alumnos hacen una investigación sobre la metamorfosis y el proceso evolutivo de las ranas. Cada cuatro o cinco páginas los lectores/creadores encuentran algún pretexto para investigar, escribir o producir alguna pieza relacionada con lo que leen. La escritura los activa y les propone convertirse en escritores, encuadernadores, compositores de canciones, dibujantes de novelas gráficas, actores o directores de una pequeña obra de teatro… El pensamiento se amplía y el programa ofrece herramientas para materializarlo.  El libro, con este método, tarda hasta cuatro meses en ser leído porque lo importante no es seguir una historia durante veinte minutos al día, sino construir una experiencia significativa a partir de la lectura. Al finalizar la producción de trabajos, se invita al autor del libro en cuestión y los alumnos muestran sus productos. Se llama Encuentro de escritores porque todos ahí han escrito algo. Para el autor del libro esa es una de las experiencias más gratificantes y conmovedoras.

Cuando me ha tocado ir a comunidades que trabajan con mis libros, termino agotada, conmovida y al mismo tiempo fortificada. A veces son hasta 8 horas de camino en auto (muchas de ellas en terracería) para llegar a la localidad.  Se notan los meses de trabajo previo: decorar el aula y el patio, la ropa recién planchada y en ocasiones el uniforme de gala; todo mundo está nervioso y no es raro que falle el micrófono.  Las mamás preparan comida que la mayoría de las veces la misma comunidad siembra y recoge.

En mis muchísimos años como docente, en grados que van desde la primaria hasta el doctorado, este programa me parece el mejor para el desarrollo individual. La lectura y la escritura, guiada y cualitativa, son LA herramienta para la vida.

Edmée Pardo para Opinión51

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