49. Leer a las infancias
Leer a las infancias
30 de abril, tradicionalmente conocido como el día del niño, luego del niño y de la niña, hoy es el día de las infancias. Llamado así porque busca incluir todas las situaciones que vive un menor, en el entendido que no hay un solo modelo para ser EL niño o LA niña. De cualquier manera, nombrados de la manera que mejor nos parezca, a propósito de la fecha me hacen la misma pregunta. ¿Qué libro me recomiendas para mi hijo/sobrina/ahijade/hijastro/alumna/vecinito? A lo que yo generalmente respondo, ¿qué le gusta a esa persona?
Recomendar un libro, si no se trata solamente de soltar el primer nombre que me venga a la cabeza, es hacer un traje a la media que requiere de averiguación previa. No es un tema de edad, sino de intereses, costumbres lectoras, familiaridad con los idiomas, curiosidad. Una mala recomendación puede resultar un antídoto duradero contra la lectura. Una buena recomendación es una puerta que invitará a seguir leyendo.
Recuerdo que para mi primera comunión me regalaron un libro ilustrado, El soldadito de plomo, que no me interesó. Quien me lo obsequió seguramente pensó que no fallaría siendo un texto de Christian Andersen, pero no pensando en mí que a los ocho años no tenía muchísimos juguetes, ni soldaditos de plomo, ni cajas de música, ni quería ser bailarina. Es decir, no tenía la sensibilidad ni la experiencia para interesarme por una historia así. Si mi mamá le hubiera dicho que me encantaban los animales: los conejos, los hamsters, los perros, las tortugas, los pájaros, los peces y los caballos, quizá hubiera pensado en una historia donde los animales fueran protagonistas. Quizá el patito feo, una fábula, Belleza Negra. No sé. Yo empecé a valorar los libros hasta la secundaria y me hice lectora en mi vida adulta.
¿Qué libro recomiendo a un infante? Depende de quién estemos hablando. Pero una manera de resolver esa comisión es poner las palabras claves en un buscador: niño, 7 años, piratas, cuento. Y ver las opciones que nos da el buscador. Cuando lo hice salieron tres opciones: La búsqueda del tesoro y El tesoro del pirata, ambos libros personalizados y un tercero, El niño que tocó las estrellas. Otra posibilidad es enlistar la situación por la que vive un niño: niña, 10 años, muerte de abuela, libro. Los resultados son, Adiós abuela, Te voy a extrañar, El corazón en la botella, La muerte y el pato. Y lanzarse al viaje de explorar los libros. Fácilmente puedo enlistar los libros infantiles que más me gustan, pero la recomendación no se trata de mí y mis preferencias, sino del otro.
Hay un formato de libro que me gustaría sugerir para los que empiezan a leer: se llama Pictocuentos. Historias que combinan texto con imágenes para realizar una lectura conjunta entre un lector con mayor experiencia y alguien que pueda distinguir una imagen y nombrarla. Intercalar la voz para interpretar un libro es una experiencia preciosa no importa la edad que se tenga. Nada me gusta más que me cuenten y contar historias.
Si hay que celebrar las infancias, además de practicar el respeto absoluto que merecen, hacerlo con un libro me parece la mejor opción.
Edmée Pardo para Opinión51