El ángel de la tristeza

 
 

A veces el ángel de la tristeza sobrevuela mi espalda. Anda detrás de mí durante muchas horas, quizá días, hasta que una noche se anima y me toma en la cama. Siempre en la cama. No puedo hacer más que llorar. Él se despide al amanecer. Sé que volverá. Me quedo como amante complacida, exhausta, lista.

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