Ella dice

 
 

Ella decía mi cama, cuando se refería a su cama de soltera aunque a veces alguien se metiera y fuera compartida. Después decía nuestra cama, suya y de él, porque supuso que solo la ocupaban ellos y que el mi ya no cabía. Con el tiempo supo que en esa cama entraron otras mujeres. Para él la cama siguió siendo nuestra: de él y quién sabe cuántas más. Ahora ella solo dice la cama porque sabe que nada nos pertenece para siempre.

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