El borde
El borde de la cama es el límite del mar; ahí termina el agua y comienza la playa, ahí me abro de piernas para sentir la resaca, el vaivén de las olas que golpean la arena. Pasan los segundos y adentro me quiebro. Luego, la marea baja y ya solo resta dormir en ese piélago tan íntimo.