Tan azul
Amanezco en un desierto de sábanas azules. El firmamento inunda el ventanal con su tinte enérgico. Hace calor, siento la boca seca, sudo: tengo sed. Las venas azules hinchan tu cuerpo. Te vuelves hacia mí dentro de ese bochorno. Tu aire caliente me quema. Siento tus latidos andarme por dentro. La piel está herida y sangra al untarse en otra piel; arde tu sexo, desfalleces, desfallezco. Una sonrisa suave eructa de mis labios y al entrecerrar los ojos comprendo: el amor es un infierno tan azul que se parece al cielo.