Té madrugada 207
Estas noches han sido distintas: no me despierto y tengo sueños que recuerdo con claridad. He dormido a pesar del vaivén del barco, de lo incómodo y pequeño de la cabina, de lo incomunicada con el mundo, de lo cercana al mar. Increíble todo lo que tengo que hacer para dormir: viajar por avión, embarcarme, bucear tres veces al día y no pensar en nada. Nada que no sea el azul, la belleza de los animales, la gratitud. Una receta cara pero efectiva. La practicaré con mayor regularidad.