Té madrugada 178

 
 
 

Me preguntó si quería que encendiera la luz cuando sintió una sombra moverse en el cuarto para ir al baño, pero estiró el brazo y se dio cuenta de que estaba yo a su lado. Su tensión me despertó y sentimos miedo en esa oscuridad. Vigilantes, nos quedamos dormidos. Apenas despertamos quisimos hacer el recuento: un mundo incompresible y sus misterios se iba con el oleaje del alba.

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