Té madrugada 57
Hay tazas de té que se quedan vacías, a la espera de alguien que no llega, y su silencio de porcelana quieta quiebra el corazón de quien espera. A veces es el amado, la amiga, los hermanos o uno mismo quien no aparece. A las hojas de té se les trunca el destino con un encuentro que no se produjo. Queda llorarlo con estas palabras.