Té madrugada 64
Tus madrugadas ya son otras: con el despertador a las cinco para llevar a tu hijo al colegio. Te veo rondar a oscuras y nombrarlo, poner agua para el café y hacerle el desayuno, animarte con las labores que habías querido hacer desde hace tanto y que apenas ahora la vida te regala al estar así, con él. Te veo florecer en la penumbra y sé que tus mañanas son más atareadas, más plenas.