67. Leer la brújula
Quizá podríamos empezar por entender que la tierra es un imán y que en su centro hay metales en constante movimiento que generan un campo magnético gigante, que se extiende desde el Polo Norte hasta el Polo Sur.
66. Leer la pelota
El chiste es saber leer la bola, explican los iniciados, y yo me doy a la tarea de buscar cómo salir de ese analfabetismo.
65. Leer la pelota
¿Quién necesita un manual cuando se puede confiar en la intuición, en lo amigable del producto, en el ensayo y error?
64.Leer como los Reyes Magos
¿Quién enseñó a leer a los Reyes Magos que entienden todos los idiomas, saben del alma de los niños, sus luces y sus sombras, y comprenden mejor que nadie las rutas del cielo?
63. Leer el vuelo de las aves
Las aves, en su travesía, cartografían el mundo de maneras que siguen investigando y en su vuelo nos recuerdan que la naturaleza tiene un alfabeto solo que ellas pueden leer.
62. Leer en Braille
El sistema Braille es un alfabeto compuesto por 63 caracteres, formados de uno a seis puntos, que dispuestos de distintas maneras e impresos en relieve forman un lenguaje que puede ser leído por el tacto.
61. Leer a los muertos
En México, se dice que la noche del primero de noviembre se abre un portal dimensional para que los muertos puedan regresar al mundo de los vivos; justo en esa fecha es cuando sucede la celebración del día de muertos.
60. Leer el cáncer
Cuando escribo y leo cáncer lo hago con la C de compasión porque la C de ese cangrejo es un cañonazo que pide reflexionar sobre la fragilidad de la existencia.
59. Leer el discurso
En un discurso todo cuenta: el lugar, la vestimenta, el público, el lenguaje corporal, la entonación de la voz, las pausas estratégicas, el público y, por supuesto, el contenido.
58. Leer la madera
Antes de trabajar la madera, se necesita leerla, ver la veta y dejarse guiar para saber hacia dónde ir.
57. Leer la constitución
Otra vez me siento como en la secundaria frente a la constitución, perdida y urgida de un experto que me guíe no sólo en lo que dice, sino en sus consecuencias y sus aplicaciones en la vida diaria.
56. Leer a mi abuelo
Cuando yo nací mi abuelo tenía 56 y desde ese día hasta que murió a los 98 lo vi viejo y apuesto. Vestía traje, adornaba su corbata con fistol, acompañaba los suéteres con gazne.
55. Leer a Rosario
Supe de ella como personaje antes que de ella como escritora. La mujer, la catedrática, la embajadora, la divorciada, la valiente, la suicida, la distraída, la accidentada.
54. Leer los volantes
Me caen mal los volantes impresos a todo color que se acumulan en el buzón para vender, la mayoría de las veces, asuntos que no son de mi interés.
53. Leer la receta
En el primer recetario llevaba ya varios movimientos de pantalla y apenas íbamos en que en Galicia antes se hablaba gaélico porque fue un asentamiento celta en la edad media.
52. Leer el futuro
Leer el futuro es como cualquier otra lectura, depende del estado anímico y sujeta a la libre interpretación del lector casi de manera independiente de lo escrito.
51. Leer el viento
El viento es determinante a la hora de planear las construcciones por alturas, corrientes; también influye en el crecimiento de los árboles.
49. Leer a las infancias
¿Qué libro recomiendo a un infante? Depende de quién estemos hablando. Pero una manera de resolver esa comisión es poner las palabras claves en un buscador.
48. Leer para perderme
Desde que leo con los oídos sobre su vida, la mía ya no importa y solo quiero saber qué fue de la suya.